Cuando Rolls-Royce habla de Black Badge en el futuro, los conductores activos pueden alegrarse: se trata de un programa de prestaciones para Wraith y Ghost.
Rolls-Royce aprovecha el Salón del Automóvil de Ginebra 2016 para presentar un nuevo juego de lujo supremo con los dos primeros modelos Black Badge de la marca. Tanto el Rolls-Royce Wraith Coupé como el Rolls-Royce Ghost Saloon se ofrecerán en el futuro como versiones Black Badge y sacarán entonces a relucir su lado oscuro. La atención se centra en la búsqueda de mayores prestaciones, porque incluso en la clase de lujo absoluto, muchos clientes no quieren renunciar a la dinámica y a una imagen deportiva superior. ¿Buscas coches de ocasión? Visita coches de segunda mano Crestanevada.
Para estar a la altura de la filial de Volkswagen, Bentley, los nuevos modelos Rolls-Royce Black Badge no sólo presentan un lúgubre aspecto totalmente negro: el motor, el chasis y la transmisión también se han reajustado para que los nobles planeadores de lujo de Goodwood sean mucho más divertidos. Mientras que hasta ahora la sobriedad y la discreción siempre han estado por encima de cualquier otro aspecto, ahora el Ghost y el Wraith también se permiten atacar con audacia.
Sin embargo, hay una decisión deliberada de renunciar a un aumento masivo de la potencia del motor; al fin y al cabo, no se puede decir que ni al Wraith ni al Ghost les falten prestaciones. Gracias a una nueva puesta a punto del motor V12 biturbo de 6,6 litros de cilindrada desarrollado por BMW, el Rolls-Royce Ghost Black Badge recibe 612 CV y un aumento del par motor hasta 840 Newton metro, mientras que la potencia del motor del Wraith se mantiene sin cambios en 632 CV. Sin embargo, los conductores del Coupé pueden esperar más par a bajas revoluciones, con 70 Newton metro más disponibles en el futuro.
La actualización del motor pequeño se apoya en una configuración modificada de la transmisión y el pedal del acelerador, que garantiza que se engrane una marcha más baja incluso cuando se aplica menos presión al pedal del acelerador, proporcionando así al conductor una potencia significativamente mayor. Si se pisa el pedal al menos un 80%, el motor se mantiene deliberadamente en una marcha baja y aprovecha así casi todo el potencial del motor incluso sin kickdown.
La suspensión de los modelos Black Badge también se ha reajustado para aumentar el dinamismo sin privar a los nobles británicos de su confort para largas distancias. En resumen, la nueva línea de prestaciones de Rolls-Royce está diseñada para ofrecer mucho más placer de conducción y satisfacer los deseos de los conductores activos mucho mejor que cualquier modelo anterior. El posicionamiento deportivo se completa con numerosos detalles en negro, que incluyen también el logotipo de Rolls-Royce y el legendario Espíritu del Éxtasis.