A veces, ni siquiera una advertencia muy clara con duras consecuencias es suficiente para evitar una escalada mayor. El último ejemplo de ello nos lo proporciona un caso reciente ocurrido en Suiza, en el que un BMW M8 Competition desempeña el papel automovilístico principal: Dos jóvenes se organizaron el lujoso deportivo como coche de alquiler y, al parecer, no sólo querían conducir sus 625 CV para dar un paseo. En pocas horas, su imprudencia al volante del coche de alquiler no sólo les costó el carné de conducir a ambos, sino que al final un grave accidente causó incluso dos heridos, afortunadamente sólo leves, y el destrozo del deportivo de lujo, que costó bastante más de 100.000 euros. Visita el concesionario de coches segunda mano Madrid Crestanevada.
El primer permiso de conducir era necesario para conducir de forma salvaje por una popular ruta de montaña en la que rige un límite de velocidad de 80 km/h. Aunque Suiza es conocida por sus draconianas sanciones por exceso de velocidad, los dos jóvenes del BMW M8 alquilado realmente lo dejaron pasar: ¡el aparato de medición láser de la policía cantonal de Argovia marcó 148 km/h! El límite de velocidad se superó tan claramente que se cumplió el delito de exceso de velocidad y se confiscó el permiso de conducir en el acto. Ni que decir tiene que el conductor, de 24 años, también tendrá que pagar una cuantiosa multa. «
Sin embargo, el abuso del coche de alquiler estaba lejos de terminar: como el conductor anterior ya no estaba autorizado a conducir, el copiloto se puso al volante. El joven de 22 años era todavía un conductor en prácticas y, por tanto, ciertamente no era un conductor experimentado, pero junto con una pasajera de 19 años, la consigna seguía a todo gas. Lo que no podía ir bien durante mucho tiempo pronto tuvo un final dramático: sólo dos horas después de la costosa infracción por exceso de velocidad del primer conductor, el segundo puso el BMW M8 sobre su techo, poniendo así fin al viaje para siempre.
Según el informe policial, el nuevo conductor perdió el control del vehículo en una zona boscosa, derrapó fuera de la carretera y chocó contra un árbol antes de que el BMW M8 Competition se detuviera sobre su techo. El hecho de que los dos ocupantes sólo sufrieran heridas leves y ningún transeúnte resultara herido es uno de los pocos aspectos positivos de esta disparatada historia.
Aunque la tecnología de los deportivos modernos mejora sin cesar y su controlabilidad al límite está a un nivel completamente distinto del de hace sólo unos años, quien no muestra el respeto necesario por un coche de más de 600 CV y tira por la borda todo sentido común está jugando imprudentemente con su propia vida y poniendo a menudo en grave peligro a otras personas. El caso demuestra una vez más lo importantes que siguen siendo el sentido común y unas reservas de seguridad suficientes, a pesar de toda la alegría que supone conducir: Especialmente con vehículos extremadamente potentes como un BMW M8, las excursiones planeadas como divertidos paseos acaban casi inevitablemente con la policía o incluso en el hospital.